ONG
CENSURA PROYECTOS HOTELEROS EN ÁREAS NATURALES DEL
CARIBE
Madrid, (Greenpeace).-
El Director de Greenpeace en España, Juan López
de Uralde, ha dirigido un escrito al dueño de la
corporación turística Globalia (a la que pertenecen
entre otras empresas Halcón Viajes y Air Europa),
Juan José Hidalgo, demandándole que reconsidere
sus proyectos hoteleros en los Parques Nacionales de la
República Dominicana. Greenpeace solicita a Hidalgo
que apoye la preservación de estos espacios protegidos.
Greenpeace ha denunciado recientemente que la Red de Parques
Nacionales de la República Dominicana podría
ver reducida su extensión en casi un 50%, de ratificarse
una modificación de la actual Ley de Medio Ambiente
y Recursos Naturales que está pendiente de su aprobación
final. Esta reducción de las áreas protegidas
favorece los intereses de la corporación Globalia
que ha comprado terrenos para construir hoteles en áreas
actualmente protegidas.
La ONG recuerda en su escrito a Hidalgo la importancia
de los Parques Nacionales y le indica que "los Parques
Nacionales son en cada país monumentos naturales
de gran valor e importancia. Al igual que a nadie se le
ocurriría destruir la Catedral de Burgos, tampoco
un monumento natural debe destruirse ya que forma parte
del Patrimonio de toda la Humanidad".
"Consideramos que la actividad de sus empresas no
debe sustraerse de la creciente preocupación ciudadana
que existe por el deterioro del medio ambiente. De ahí
que observemos que sus proyectos de construcción
en espacios actualmente protegidos son además un
golpe demoledor al patrimonio de ese país, un acto
que dañará a la industria turística
española en su conjunto. Mucho más cuando
los proyectos corren paralelos al desmantelamiento de la
actual Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales
de ese país" - ha manifestado Greenpeace en
su carta a Hidalgo.
KIOTO LE COSTARÁ A ESPAÑA
6 VECES MENOS
DE LO QUE DICE PRICEWATERHOUSE (PWC)
Por: José
Santamarta (Director World Watch).- La consultora PricewaterhouseCoopers
(PwC) ha dado cifras disparatadas e interesadas sobre los
supuestos costes del Protocolo de Kioto, y la imposibilidad,
según ella, de cumplir Kioto.
El coste real probablemente no supere los 2.000 millones
de euros en los cinco años 2008-2012, frente a los
12.000 millones de euros que dice PricewaterhouseCoopers
(PwC) que costará cumplir Kioto. La consultora se
dedica a asustar a las empresas, para luego venderles sus
"servicios" de consultoría a precios absolutamente
exagerados.
El Plan Nacional de Asignación (PNA) que presentaron
el pasado 7 de julio la ministra de Medio Ambiente, Cristina
Narbona y el ministro de Industria José Montilla,
luego de haber sido cerrado técnicamente por la Comisión
Interministerial de Cambio Climático; es moderado
y perfectamente asumible, y además Kioto no es sólo
un riesgo, sino también una oportunidad de crear
empleos, desarrollo tecnológico e industrial, y de
promover la modernización ecológica de nuestro
país, con el aumento de la eficiencia energética,
la reducción de la contaminación y la dependencia
energética, y el desarrollo de las energías
renovables y un modelo territorial y de transporte más
sostenible.
Posiciones encontradas
Según el Informe de PWC sobre los efectos económicos
de la aplicación del Protocolo de Kioto en España,
es imposible reducir un 40% el consumo energético,
pues éste ha crecido a un ritmo similar al PIB en
los últimos años.
Por su parte, el secretario general para la Prevención
de la Contaminación y el Cambio Climático,
Arturo González Aizpiri, señaló que
la industria española deberá realizar un desembolso
de entre 80 y 90 millones de euros anuales para la compra
de derechos de emisión de CO2 en el periodo 2005-2007.
González Aizpiri aseguró que próximamente
se presentará el borrador del plan de emisiones,
que posteriormente pasará a información pública,
trámite en el que empresas, instituciones y particulares
podrán exponer alegaciones. Posteriormente, deberá
enviarse a Bruselas, para que la Comisión Europea
conceda la aprobación definitiva.
A su vez, recalcó que no deben mirarse sólo
los costes de la adaptación al Protocolo de Kioto,
sino que deberían tenerse en cuenta los costes de
no adaptarse, por lo que supone de calentamiento del planeta,
de consumo de energía y de contaminación.
Por ello, señaló que acatar las decisiones
de Kioto es la mejor manera para empezar a adoptar unos
patrones más equilibrados de consumo energético.
González Aizpiri indicó además que
el consumo energético creció el doble que
el Producto Interior Bruto (PIB) en los últimos doce
meses. Por ello, propuso una serie de medidas para ahorrar
energía, como utilizar materiales de construcción
mejores para la adaptación térmica, evitar
el uso abusivo del coche, evitar el derroche y tomar pautas
de consumo más avanzadas tecnológicamente.
Por su parte, el socio de PricewaterhouseCoopers (PwC),
Antonio Carvajal, señaló que es prácticamente
imposible reducir el 40% el consumo energético en
España, tal y como pretende el Gobierno. Señaló
que el estudio de PwC demuestra que el crecimiento del consumo
energético ha ido paralelo al de la economía
española, y desacoplar el alza del PIB del gasto
energético es casi imposible.Carvajal sostuvo que
España gastará 12.000 millones de euros entre
2008 y 2012 para comprar derechos de emisión o realizar
inversiones que permitan reducir las emisiones de CO2. Dijo
que a un precio de 20 euros la tonelada de CO2, la factura
ascenderá a 2.400 millones de euros anuales desde
2008. Esa factura supondrá un aumento del IPC del
2,7% en un año, lo que disparará los precios
al consumo.
Por último, afirmó que es casi una utopía,
pero el Gobierno debería plantearse la renegociación
en el seno de la UE de los derechos de emisión, ya
que España ya ha superado en un 25% lo negociado
en 1997, pues pactó un alza del 15% y ya ha sobrepasado
el 40%.
LUCÍA ETXEBARRÍA, ANTONIO
GALA Y JUAN MARSÉ ESCRIBEN CUENTOS AMBIENTALES PARA
NIÑOS
Madrid, (Ecoestrategia).-
La empresa Bayer Healthcare Sanidad Animal ha presentado
el libro de cuentos “Aventuras con mis mejores amigos”,
un proyecto en el que ha implicado a autores como Lucía
Etxebarría, Antonio Gala y Juan Marsé y que
tiene como objetivo conseguir una sociedad futura más
responsable en el trato con los animales de compañía.
La particularidad de este libro es que todos sus autores,
tanto escritores como ilustradores, son también propietarios
de perros y gatos.
El libro “Aventuras con mis mejores amigos”
está pensado como una herramienta didáctica,
de modo que cada cuento finaliza con unas notas dirigidas
a los padres, con el propósito de ayudarles a explicar
a sus hijos algunas de las enseñanzas que pueden
extraerse de cada uno de los cuentos.
Igualmente, el libro incluye una doble página de
consejos para los niños que tienen o quieren tener
una mascota. Así, entre otros, se les aconseja reflexionar
muy bien ante la posibilidad de tener un perro o gato, puesto
que se trata de una responsabilidad para muchos años,
llevar el animal al veterinario al menos una vez al año
para su correcto control sanitario y desparasitarlo cuatro
veces al año contra los gusanos intestinales.
El libro “Aventuras con mis mejores amigos”
puede pedirse gratuitamente por medio de las postales de
solicitud que los propietarios de perros y gatos encontrarán
en las clínicas veterinarias. La colaboración
de diversas sociedades protectoras, que distribuirán
entre sus socios las postales, hará posible que la
campaña se extienda a más familias. En total,
Bayer distribuirá gratuitamente 15.000 ejemplares
del libro.
CARREFOUR ECO TENDRÁ EN 2005
MÁS DE 150 PRODUCTOS ECOLÓGICOS
Madrid, (Ecoestrategia).-
Carrefour lanzó en mayo de 2002 una línea
de productos ecológicos bajo la denominación
Carrefour Eco. Se trata de una gama de productos alimenticios
de calidad óptima, sanos y seguros, libres de residuos
químicos y que han sido obtenidos de acuerdo a los
métodos de producción de la Agricultura ecológica.
Además, estos productos no contienen ni proceden
de organismos modificados genéticamente y apenas
contienen aditivos.
De este modo, la compañía es la primera empresa
de distribución en España que lanza al mercado
una gama completa de productos ecológicos con su
propia marca. En la actualidad Carrefour Eco cuenta con
69 referencias y trabaja con 22 empresas españolas.
Su surtido incluye familias de productos de alta rotación
como aceites, vinagres, conservas vegetales, zumos, confituras,
infusiones, especias, legumbres, miel, mostaza, leche, yogures,
quesos o cafés.
La empresa prevé que, en 2005, el número
de referencias Carrefour Eco alcance los 150 productos,
con lo que la gama crecerá en un 275% con respecto
al número de artículos actuales. Para ello,
la inversión anual que realiza la compañía
para cumplir esta meta es de 18 millones de euros.
Carrefour ha percibido que existe un nuevo consumidor:
una persona más preocupada por el medio ambiente,
que busca un equilibrio ecológico y una racionalización
en el uso de los recursos naturales. En ese sentido, la
empresa se compromete con este nuevo cliente y lanza una
gama de productos ecológicos con su marca propia.
Carrefour Eco intenta hacer más accesibles estos
productos y los acerca al consumidor español, con
lo que consigue potenciar su consumo nacional.
España es uno de los principales países productores
ecológicos de Europa ya que ocupa el cuarto lugar
en cuanto a superficie destinada a este tipo de agricultura.
Sin embargo, en lo que se refiere al consumo de este tipo
de artículos, nos queda un gran camino por recorrer
hasta alcanzar el desarrollo que los productos ecológicos
tienen en el resto de países europeos.
En este sentido, la apuesta de Carrefour por los productos
obtenidos al amparo de la agricultura ecológica es
una buena noticia para muchas Pymes españolas, que
se ven obligadas a exportar más del 80% de su producción.
ESPAÑA CONTRIBUIRÁ CON 30.000 EUROS AL
FONDO DE COOPERACIÓN TÉCNICA DEL CONVENIO
DE BASILEA
Madrid, (Ecoestrategia).-
España contribuirá con 30.000 euros al fondo
de cooperación técnica del Convenio de Basilea,
que se encarga de controlar el transporte internacional
de desechos peligrosos. Esta aportación voluntaria,
aprobada por el Consejo de Ministros y que será transferida
del presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente, permitirá
financiar actuaciones contra la contaminación por
accidentes en el traslado o gestión de residuos peligrosos
en países en vías de desarrollo.
España es parte del Convenio de Basilea desde 1994.
El fondo de este Convenio se nutre de contribuciones voluntarias
procedentes tanto de los países que son parte del
Convenio, cono de los países que no lo son, así
como de ONG u otras instituciones que así quieran
hacerlo.
Los recursos de dicho fondo se destinan, por una parte,
a actividades de cooperación técnica en materia
ambiental (como cursos, proyectos piloto, lucha contra episodios
de contaminación por accidente en el traslado o gestión
de residuos peligrosos, entre otras) en países en
vías de desarrollo, o con economías en transición,
que sean parte del Convenio de Basilea. Por otra parte,
dicho fondo también se dedica a facilitar la asistencia
de delegados de estos países a las reuniones, tanto
de los grupos de trabajo como de las partes del Convenio.
EN VIGOR PRIMER ACUERDO JURÍDICAMENTE
VINCULANTE SOBRE AGRICULTURA SOSTENIBLE
Roma, (FAO).-
El 29 de junio entró en vigor el Tratado Internacional
sobre Recursos Fitogenéticos para la agricultura
y la alimentación, el primer instrumento mundial
jurídicamente vinculante destinado a estimular una
agricultura sostenible en el planeta. Hasta el momento 55
países lo han ratificado.
"Hoy comienza una nueva era," reconoció
el Director General de la Organización de Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
Jacques Diouf. "El Tratado reúne a gobiernos,
agricultores y científicos mejoradores de plantas
y les ofrece un marco multilateral para el acceso a los
recursos genéticos de las plantas y el reparto de
los beneficios derivados de su uso. El Tratado reconoce
además la labor de los agricultores de todo el mundo,
particularmente los de los países del Sur, que han
desarrollado y conservado los recursos fitogenéticos
durante milenios. Ahora los países deben proporcionar
los recursos necesarios para que el Tratado pueda ser operativo",
señaló Diouf.
Acervo genético
Las colecciones de genes son fundamentales para alimentar
a una población en constante aumento. Estos genes
proporcionan la material prima que los mejoradores de plantas
necesitan para desarrollar nuevas variedades que permitirán
a la humanidad hacer frente a potenciales desafíos
como plagas en los animales y las plantas, cambios del clima,
y también para enriquecer la dieta alimentaria.
Pero la biodiversidad agrícola, que es la base de
la producción de alimentos, se reduce a pasos agigantados
debido a los efectos de la modernidad, los cambios en la
dieta y el aumento de la densidad de población.
Desde los albores de la agricultura, los agricultores
de todo el mundo han desarrollado unas 10 000 especies vegetales
para la alimentación humana o como forraje animal.
Hoy apenas 150 cultivos alimentan a la mayoría de
la población mundial y sólo 12 cultivos proporcionan
el 80% de la energía que consumimos, siendo el trigo,
el arroz, el maíz y la patata responsables del 60%
de ese total.
Se estima que unas tres cuartas partes de la diversidad
genética agrícola se ha perdido durante el
último siglo, y esta tendencia continúa.
Esta erosión tiene consecuencias irreversibles
para nuestros cultivos. Un ejemplo de la vulnerabilidad
genética de las variedades modernas se encuentra
en la producción comercial de banana, que está
severamente amenazada por una enfermedad, un hongo llamado
sikatoga negra, ya que las cinco principales variedades
comerciales derivan de una única variedad susceptible
a esta enfermedad. El Tratado Internacional pretende ofrecer
respuesta a este tipo de desafíos.
El Sistema Multilateral
"Un aspecto único e innovador del Tratado
es el Sistema Multilateral para el acceso y el reparto de
beneficios", explicó José Esquinas-Alcázar,
Secretario de la Comisión Intergubernamental de la
FAO sobre Recursos Genéticos para la Agricultura
y la Alimentación.
"Gracias a este Sistema, el uso de los recursos fitogenéticos
se basará en el principio del fácil acceso
a los recursos y a su intercambio y a un reparto justo y
equitativo de los beneficios derivados de su uso. El Sistema
Multilateral se aplica a 35 cultivos alimentarios y 29 especies
de forraje, que representan la mayoría de los cultivos
alimentarios de los que dependen los países".
Los mejoradores de plantas, los agricultores y las instituciones
de investigación -públicas y privadas- tendrán
acceso a estos recursos genéticos bajo unas determinadas
condiciones y podrán usar una amplia gama de ellos.
Esto evitará, entre otras cosas, la monopolización
de estos recursos por parte de grandes grupos económicos.
Y como resultado de todo ello también se beneficiarán
los consumidores, que podrán tener acceso a más
y mejores productos.
El Sistema Multilateral también contribuirá
a reducir los costes derivados de los intercambios de material
fitogenético entre países. Así, ya
no será necesario llevar a cabo costosos acuerdos
bilaterales con cada uno de los países donde se encuentran
los recursos que mejoradores de plantas e investigadores
necesitan para producir nuevas variedades.
El Tratado también permitirá a los países
en desarrollo invertir en su capacitación para conservar
y usar dichos recursos genéticos. El Reparto de Beneficios
contemplará el intercambio de información,
el acceso y la transferencia de tecnología y la formación.
Derechos de los agricultores
Por primera vez, un tratado jurídicamente vinculante
reconoce la riqueza colectiva en la que se asienta la agricultura
mundial. Reconoce "la enorme contribución que
los agricultores y las pequeñas comunidades de todas
las regiones del mundo -y muy especialmente las de las zonas
de origen de la diversidad agrícola- han hecho y
continúan a hacer por la conservación y el
desarrollo de los recursos fitogenéticos".
Los gobiernos deberían promover y proteger los Derechos
de los Agricultores salvaguardando los conocimientos locales
tradicionales, dando a los trabajadores del campo la oportunidad
de participar en las decisiones nacionales relativas a los
recursos genéticos de las plantas y asegurando que
los agricultores reciben una porción equitativa de
los beneficios obtenidos de su uso.
Las colecciones más importantes de bancos de genes
del mundo, que contienen 600.000 muestras bajo custodia
del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola
Internacional (CGIAR), pasarán a ser reguladas mediante
el Tratado Internacional.
La estrategia de financiación del Tratado prevé
la movilización de recursos financieros para proyectos
fitogenéticos y programas para ayudar a los agricultores,
especialmente aquellos en países en desarrollo y
en transición.
Un importante elemento de la estrategia de financiación
del Tratado será el Global Crop Diversity Trust,
un fondo internacional para la conservación de la
diversidad agrícola.
El Fondo establecerá una dotación que servirá
a dar apoyo a los países en desarrollo para la formación
de recursos humanos y conservación de los bancos
de genes. Los bancos de genes del CGIAR también recibirán
apoyo para su conservación a largo plazo.
La dotación ha sido fijada en 260 millones de dólares.
Hasta el momento ya han sido depositados 45 millones de
dólares. La donación ha sido efectuada por
la FAO y por el Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos
(IPGRI), a favor de los centros del CGIAR.
GREENPEACE LANZA SU GUÍA PARA COMPRAR SIN TÓXICOS
CON UNA PROTESTA DE EMBARAZADAS EN LA DISNEY
Madrid, (Greenpeace).-
La tienda Disney, en el centro comercial de La Vaguada de
Madrid, ha sido el lugar elegido por Greenpeace para lanzar
su “Guía para comprar sin Tóxicos”.
Unas 30 mujeres embarazadas y niños lactantes han
acudido a la tienda Disney para exigir a los responsables
que les informen qué productos tóxicos contenían
las prendas adquiridas con anterioridad en esa tienda. Estas
mujeres conocieron a través de la Guía para
comprar sin Tóxicos de Greenpeace el preocupante
contenido en sustancias químicas
peligrosas de algunas prendas de la marca Disney.
Esta guía establece una lista de productos y marcas
en función de las sustancias tóxicas peligrosas
que contienen. En la lista roja están aquellos productos
que contienen sustancias capaces de provocar graves problemas
de salud y en la verde las marcas y productos libres de
químicos peligrosos.
El principal objetivo de la Guía para comprar sin
Tóxicos es dotar a los consumidores del derecho a
elegir lo que compran conociendo qué sustancias químicas
contienen los productos, un derecho que la legislación
sobre químicos vigente está vulnerando, aunque
los fabricantes y comerciantes deberían ser capaces
y estar preparados para proporcionar dicha información.
"Muchas empresas se aferran a la débil legislación
sobre químicos vigente y se niegan a dar información
al consumidor sobre el potencial tóxico de sus productos,
con lo que están vulnerando el derecho a elegir libremente
lo que compramos", afirmó Sara del Río,
responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace.
Una segunda razón para publicar esta guía
es animar a los fabricantes a sustituir las sustancias peligrosas
por alternativas más seguras. "Esta guía
demuestra que ya existen alternativas seguras en el mercado
y que la única razón que puede llevar a una
empresa a no utilizarlas es sencillamente su despreocupación
por la protección de la salud pública ya que
no hay obligación legal de hacerlo y no conlleva
un beneficio económico para la empresa a corto plazo",
añadió del Río.
Los fetos y los bebés son el grupo más vulnerable
a los tóxicos, porque están expuestos, desde
el útero, a mayores concentraciones de sustancias
químicas peligrosas que los adultos. Los efectos
de estas sustancias durante el desarrollo pueden causar
problemas de salud permanentes e irreversibles
y, algunos de ellos, pueden no manifestarse hasta la edad
adulta.
Greenpeace demandó a Disney en 2003 que asumiera
su responsabilidad de eliminar o sustituir las sustancias
químicas peligrosas de sus productos. La reacción
de Disney consistió en comunicar que sus productos
cumplían la legalidad por lo que no veían
la necesidad de actuación de los ecolgistas.
Sin embargo, cuando Disney concede una licencia para utilizar
su logotipo y sus dibujos establece condiciones muy estrictas
a los fabricantes, incluyendo condiciones sobre el diseño
y los colores utilizados. "La misma exigencia debería
tener para que no se utilicen sustancias químicas
peligrosas en los productos que fabrica o a los que les
concede licencia", concluyó la portavoz de Greenpeace.